lunes, 2 de noviembre de 2009

ELEGÍA A MIGUEL HERNÁNDEZ GILABERT.

Cuantas veces cogí y solté la pluma
no encontrando palabras con acierto...
No sé si te dedicaron entonces
una elegía, mas, pienso que para mí,
todavía puedo encontrarle tiempo.

Pues el recuerdo de tus versos
me trae a la memoria mía,
(aunque de tiempos hay grandes lagunas)
cuando con atención y sentimiento
reeleo aquellos verso,¡y qué versos!
de la épca de tu "Perito en Lunas".

Recuerdo, como bien dijiste, "aquel aquello"
aquella dilatada historia que, al seguir
el mundo dando vueltas cual vieja noria
de lo hondo, olvidado y quieto,
saca, trae y lleva algú destello...

Poeta fuiste, por ser algo de aquello
que el sentimiento siempre adora,
aunque el recuerdo de algunos te demora
y, aun pudiendo hacerlo se desvían
de tener la fiel y honrosa dicha
de haber dedicado a la tuya un rato,
para decir quien fuiste y quien mñana;
pues a cosa injusta les tomo esa desgana.

Mas, por lo que a mí respecta,
las lágrimas me bañan la epidermis
de las manos que este papel sostiene
donde, mi llorosa pluma se detiene
buscando encomios para ti, poeta,
que por azares llevaste vida inquita
que hoy la muerte la sostine...
¡Evocan recuerdos que a mi mente vienen!

A las musgosas bardas de tu huerto,
de varios confines de la geografía
aún se asoman mariposeando
algunos... poetas inspirados
para aplaudir tu recia poesía.

Siestas calurosas del agosto;
fresca primaveral mañana de rocío;
tardes templadas del otoño
y tibios mediodías del invierno frío.
Cada estación con diferente tiempo;
un pastor para el mismo pastoreo;
una emoción latente queda siempre
en mí, cuando tus versos leo.

¡Ay tardes labrantías de tu huerto
que entre llantos de mujer y madre,
todas un día se las llevó el viento!
El viento que alborota con su "orgía"
la higuera, el limo y el manzano;
frutales que cuidaste con tus manos
aquellas que hablaron un día con letras
de la Naturaleza, de lo Divinio y lo mundano.

Por caminos turtuosos fue tu vida;´
la vida que para ti este mundo tuvo
y venciste con prematura muerte...
El fronterizo traidor que te detuvo,
en llamas vivas a de penar
y en la Gloria tú, has de difrutar
de otra vida y de otra mejor suerte.

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rafael

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Rafael 1957