Grandes y robustas piedras
de el viejo Alcázar
de esta Córdoba señora,
símbolo latente de un pueblo
que el sol andaluz alumbra y dora.
Su "kivir" río la baña y enamora
con un piropo de gracia "revestío"
a su gran mezquita mora...
¡Ay! "Córdoba callada,
lejana y sola" que dijera
el poeta Federico, aquél
que el pueblo español
aún recuerda y llora.
jueves, 12 de noviembre de 2009
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