jueves, 15 de abril de 2010

UN DÍA MENOS...

No sé si ha sido un sueño. Cuando me alcé de la cama me salí a mi balcón con el fin de aspirar el puro aire oxigenado y el perfume de las plantas olorosas que de él cuelgan. Extendí la vista hacia lo lejos, y miré al frente donde el curvo horizonte se pierde entre las cumbre de la balleza de Sierra Morena.
Mi pensamiento retrocedió a unos sesenta años, mientras mis ojos se iban humedeciendo
y se nublaban evitando ver la blancura de las Ermitas que, Fernández Grilo un día quisiera elevarlas hacia el cielo, en su bello poema, "LAS ERMITAS DE CÓRDOBA" y me puse a pensar: ¡Qué lejos están ahora! Después, más juicioso y sensanto me dije: no, soy yo el que está más lejos de ellas.

Cuando con los años las ilusiones se van desvaneciendo, hasta los objetos se alejan en la distancia del pensamiento. En esos momentos cuantas cosas pasaron por mimente que me golpeaban los sentidos con la fuera del martillo de fragua sobre el duro yunque...

Con los ojos del recuerdo veía a los demás colegas, aquellos briosos jóvenes, entonces,como yo que, diariamente subíamos a aquel retiro para fortalecernos en nuestros principios taurinos y conversar con aquello hombres de ropaje marrón y largo
que un día echaron al olvido sus desengaños.

¡ "La vista arrebatada
vuela en su anhelo
del llano a las ermitas;
de ellas al cielo!

Allí olvidan las almas
sus desengaños;
allí cantan y rezan
los ermitaños..."

Cuando todos aquellos pasajes de mi vida los vi tan lejos, me adentré hacia el dormitorio, cogí un pañuelo de la mesilla de noche que, en poco, lo empapé de lágrimas... ¡Otro día menos!

sábado, 3 de abril de 2010

POR LA PAZ

Imperios que domináis
a pueblos pobres y hambrientos,
y a la vez los humilláis,
¿no sentís remordimientos
cuando los avasalláis?

¡Ay! El capital que gastáis
en fabricar armamento
que mata a tantos humanos
sin reparar un momento
que esos son vuestros hermanos!

Esa cantidad de niños
que mueren a cada momento
por necesidad apremiante
de no tener alimentos!

¿No os dicta vuestra conciencia
que es un contra humanidad
y, que con tal prepotencia
no existirá la igualdad?

¡No sigáis ese camino!
¡Emprender el de la paz!
Que, en la más justa clemencia,
reclama la humanidad.

rafael

rafael
Rafael 1957