...QUIZÁ LA ÚLTIMA

No sé si será la última poesía
que escribiré en blog o en internet.
La dedico a la historia mía
y quisiera que saliera bien.

La cual trata de la juventud mía,
la que en el campo tanto disfruté
en la edad en que ignorante yo vivía
y ahora con los años echo de ver.

¡Oh mi lejana vida campesina!
Del día, recuerdo el amanecer,
cuando por la rota y vieja cortina
los claros de luz se dejaban ver.

En movimiento todo se ponía:
del invisible espacio se orquestaba
la música que la calandria ofrecía
y el silencio de los campos escuchaban.

Al giro de la Tierra se elevaba el sol,
que sus rayos el rocío derretían
de la erecta espiga y de la flor.

Insectos que volaban y bullían
cual dispersión de una corcha colmena
agitada por el calor del mediodía.

El glauco ensabanado se extendía
con sus espigas preñadas de semilla
que, al rasante vuelo de la golondrina
con sus largas remeras las movían

Zumbaba el viento en los corrales
empolvado por los próximos cerros;
el alegre cantar de los zagales
y el alarmante ladrido de los perros.

Todo formando rústica armonía...
En la unbría, la dehesa y la ribera
la diafána atmósfera crecía
y hasta los eriales olían a primavera.