"Guitarra de mis amores,
como a una mujer te quiero.
son tus quejíos dolores
que se meten en mi seno
como los falsos amores..."
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Olvidada en un rincón,
ya se apagaron tus notas
y tu música cesó...
¡Si tus cerdas no están rotas
y tu alma sigue viva!
¿Qué te ha pasado guitarra?
Si tú en la Peña eras diva
y jamás estuviste quieta...
Tampoco te cubre el polvo
como dijera el poeta.
¿Por qué ese letargo y sueño?
Si tus cuerdas están vibrantes,
¿te ha abandonado tu dueño?
--¡Ay!Si. Aquellas jóvenes manos
que no me dejaban quieta,
ya no me sacan arpegios
ni trémulos ni falsetas
y, aunque ellas no se quejan,
ya tengo que sospechar
que se van haciendo viejas.
Aquella alegría y pasión
conque en mis cuerdas ponían
registrando el diapasón,
ha tiempo quedaron quietas
y enmudecieron un día
perdiendo su ejecución...
¡¡Aquellas manos poetas!!
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rafael
Rafael 1957
Amigo Rafael como ya he dicho algunas veces cuando leo algo que me gusta me adentro en las historia y la vivo y esta poesía me ha emocionado, la he vivido, y me ha llegado al alma.
ResponderEliminarQuizas muchos piensen que soy un viejo sentimental y chiflado, ¡a estas alturas que me importa lo que piensen! Ni yo mismo se como soy, solo las personas que de verdad me conocen lo saben y me importa su opinión.
Rafael no es solo tu guitarra la que quedo olvidada en un rincón ni solo son tus manos cansadas las que no arrancan sus notas, tambien en mi casa hay una guitarra que en otros tiempos unas jóvenes manos arrancaban cada noche alegres notas que los amigos interrumpían con sus aplausos, la mayoría de aquellos amigos están solo en el recuerdo, mis manos están cansadas, y la guitarra aunque no olvidada permanece callada en un rincón.
Un abrazo, Manuel