lunes, 26 de octubre de 2009

ATARDECER

Un crepúsculo violeta va en la corriente del río.
Un horizonte naraja descansa sobre las lomas.
¡Cuántas estridencias apagadas lleva el son de mi deseo!
Luces, ondas y corrientes ponen galones al agua
y las cuerdas de mis nervios vibran como las de un arpa.
¡Cómo golpean las mujeres a la puerta de mi ansia!
Su taconeo conmueve mi carne desconsolada,atenta...
¡Oh qué jadines tan verdes, cálidos y con guirnaldas!

Como un encaje de piedras me retuerzo en el silencio,
mientras que mis fuerzas la va marchitando el tiempo.
Indiferente al otoño, entre las hojas crujientes,
me hieren carnes de hembra al caminar por el puente.
Miles de caballos locos corren derramando versos.
Con sus pezuñas de fuego van calcinándome el pecho.
Relinchan como trompetas por los senderos del cuerpo
y se levantan de manos golpeándome el cerebro...

4 comentarios:

  1. Muy bonito Rafael, de corazón te digo que es una pena que solo unos pocos puedan conocer tu obra.
    Un afectuoso saludo M Martín

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  2. Precioso.
    Tiene fuerza, sensibilidad y el poder desgarrador de la nostalgia.

    Un saludo :-)

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  3. Hola Manuel: he visto tu comentario y comprendo lo que dices pero así es la vida.

    Escucha, Manuel, no te he contestado antes porque no he sabido hacerlo; ahora vengo de casa de mi hija me ha dado unas instrucciones y no estoy seguro que te llegue la respuesta. Si así fuera, te envío un saludo.Rafal

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  4. Rafi, ahora mismo vengo de casa de jessie y ella me ha dado unas instrucciones para poder contestar, porque lo que tú me dijiste ayer no lo acabé de entender. Así que si te llega, me alegro que te haya gustado.

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rafael

rafael
Rafael 1957